Exposición individual en la Sala de Proyectos, Universidad de los Andes, Bogota

Vivía en un quinto piso de un edifico de ladrillo; solía ver desde la ventana de la sala del apartamento un verde parque rodeado de casas. Incluso había días que observaba el ocaso del sol detrás de las colinas occidentales. Había momentos que me antojaba ver por la ventana; me asomaba a ver por la ventana, sólo veía (en ocasiones veía personas sentadas sobre el prado del parque viendo el ocaso del sol detrás de las colinas occidentales).

Desde hace algún rato ahora veo que las casas desaparecen, y están por terminar un alto edificio de ladrillo justo frente a la ventana. Ahora me asomo a ver por la ventana y sólo exclamo: ¡Cuántos bordados de florecitas veo ahora en la lencería de esos apartamentos! ¡Cuántos bodegones (naturalezas muertas) y paisajes al óleo veo sobre las paredes! Ya no veo el atardecer, sólo cuento las lucecitas de los bombillos.

[…] una humanidad tan envanecida por sus nuevos logros que se ve a sí misma como la fuente de toda creación
y que de manera brutal imagina la vieja naturaleza totalmente subsumida bajo sus formas.

—Susan Buck-Morss. Dialéctica de la mirada, 1989.