primera tierra
2013

Técnica: 70 x 115 cm – Pintura acrílica y madera.

Tradicionalmente, la materia pictórica ha sido utilizada para realizar ficciones de un cuerpo, objeto o espacio sobre superficies bidimensionales. En el caso de la pintura de paisajes, el medio ha servido para simular la articulación de planos de profundidad y elementos constitutivos de la naturaleza, vistos a través de un marco de visión. En este sentido, la pintura y la cartografía comparten el potencial de descripción de los espacios, mediante alteraciones de escala y recursos visuales que simulan su aspecto. Con esto en mente, revisé varios modelos de mapas para considerar su posible representación con pintura para corroborar este aspecto. Una remota representación del mundo fue realizada en Grecia por Anaximandro en el siglo V a.C. El plano ideado por este filósofo presenta al mundo conocido entonces por la cultura occidental como un aro terrestre en el cual se compenetran fragmentos del sur de Europa, del noreste de África y del noroeste de Asia alrededor del Mar Meditarráneo, circundado a su vez por un océano. Esta imagen fue el origen del diseño de Primera tierra, en el cual rescato la propuesta circular de Anaximandro, buscando utilizar la pintura, no como delimitadora de superficies dentro del marco bidimensional, sino como materia escultórica a través de la cual puedo aludir al paisaje y presentarlo en una dimensión espacial. La pintura, como materia, se convierte en una suerte de topografía en sí misma, en cambio de representarla. La eliminación del color busca ampliar sus posibles referentes. El objeto plástico, pero orgánico y sugerente, se sostiene sobre pilares de madera pulidos, presencias provenientes de la naturaleza, pero domesticadas para su función.