Técnica: Estrella de mar y pintura automotriz – 20 x 24 x 24 cms
Escuche decir a alguien “es que en Bogotá ya no hay estrellas”. Con esta afirmación pensé en una supuesta muerte de las estrellas, como si se hubieran caído o suicidado y estuvieran por ahí caminando. Tenía en la cabeza la idea cursi que cuentan en las películas, que las estrellas son nuestros antepasados que nos vigilan. Me gustó utilizar el cadáver de una estrella de mar como elemento natural muerto que, por su forma, es asociada al arquetipo de la estrella. Quise complejizar la metáfora con el color plateado, que brilla como las estrellas, pero es eminentemente industrial. La pieza es fracturada, pero pareciera vital, animándose a seguir, valiente.