En el siglo XIX, algunos viajeros entre los que se destacan los pintores ingleses Edward Walhouse Mark, Henry Price y el francés León Gauthier, emprendieron jornadas de exploración en territorio neogranadino, para hacer conocer en Europa las suntuosas vistas y las bondades naturales de una joven nación. También aportaron al trabajo de ilustres criollos quienes a partir de 1850 y bajo la dirección de Agustín Codazzi adelantaron la Comisión Corográfica, un proyecto oficial de reconocimiento del territorio y su población para concretar un plan estadístico y cartográfico.
La acuarela permitía interpretaciones rápidas de una experiencia individual en cada lugar. Las láminas producidas muestran en detalle la topografía, la hidrografía y la variedad de flora de sus travesías por la Sabana de Cundinamarca y Boyacá y las regiones aledañas de tierra caliente, el cauce del río Magdalena, la cordillera de los Andes y las selvas húmedas del Chocó y del Amazonas. Las imágenes eran concebidas para ser atractivas al uso científico y comercial. El paisaje era mostrado como una promesa de exuberancia y riqueza que sólo unos cuantos intrépidos conocieron.
Actualmente, en medio del artificio, la industria y tecnología que define la vida moderna en la ciudad, nuestros ocasionales acercamientos al paisaje son sólo posibles en el supermercado. En etiquetas de plástico y de papel y en cajas de cartón, entre recuadros de información nutricional, listados de ingredientes, logotipos, sellos de calidad y recursos gráficos, nos son presentados majestuosos picos de montañas y verdes laderas que ofrecen una experiencia natural como promesa de salubridad y buena calidad. La naturaleza es una ficción que se aleja de nuestro alcance y desaparece progresivamente. Esta condición la reconoce la publicidad y por eso nos la vuelve a hacer disponible. Y en el supermercado, una al lado de la otra, viñas francesas, campiñas británicas, montañas alpinas, selvas asiáticas, lomas y árboles que parecen de cualquier lugar, componen la oferta natural, para todos igual.
Próximos es una serie de pinturas en acuarela y esmalte que interpreta paisajes impresos en etiquetas y empaques de productos de consumo como agua mineral, licores, chocolates, infusiones, entre otros. Próxima es nuestra distancia con estos lugares, próximo es el tiempo de un paisaje por venir.