parque estacionario
2015

Técnica: Cortezas intervenidas con pintura de tráfico sobre asfalto

Exposición en Museo de Arte de Pereira (2015)

 

Los colores que se presentan rutinariamente alertan sobre las condiciones de configuración visual y dinámicas de transformación en los espacios que recorremos. Los troncos o fragmentos de corteza que utilicé para este proyecto son eucaliptos, algunos del Parque Nacional en Bogotá, y los intervengo con pintura de tráfico amarilla y negra, haciendo alusión a ciertas composiciones de color asociadas con señales de advertencia y peligro. El gesto de pintar las cortezas simula las estrategias populares de demarcación espacial al pintar troncos de árboles en espacios públicos. Particularmente, la combinación de amarillo y negro pulula en las calles y carreteras a través de señalización oficial o informal —sobre el suelo y andenes, en avisos, piedras, paredes, carteles o bojotes de cemento—.

Esta exposición está conformada por una versión de la obra Parque estacionario, adaptada para el espacio del Museo de Arte de Pereira, que en dialogo con otras series anteriores como Highway (2013-2014) y Ante y a través (2012), crean un discurso nuevo que nutre la investigación del artista en torno a la historia de la pintura y su legado en la comprensión colectiva del paisaje.

 

Esta obra no se apoya en la pintura para hacer una ficción del paisaje contemplado. Por el contrario, parte de códigos pictóricos que, en su manifestación en entornos cotidianos, dan cuenta de su potencial simbólico. Las composiciones de color asociadas con señales de peligro o advertencia aparecen como signos que invaden el paisaje; se extienden por las carreteras que atraviesan valles y montañas para densificarse en los lugares habitados por el hombre, como si fueran un reemplazo de los elementos naturales que desplaza, llevando consigo un mensaje de peligro inminente y una recordación de la fragilidad de la vida.

 

La instalación responde a un juego de señalamientos dados por líneas o superficies que delimitan zonas de tensión entre el carácter controlado y artificial de la pintura, con el aspecto ligero, frágil y orgánico de los soportes.

 

Rosa Ángel – curadora Museo de Arte de Pereira